Gracias a los dioses esa no fue nuestra hora de cruzar el averno. Tejero arriesgando su vida y con una heroica carga golpeó al golem, que cayó, haciendo atronar los oídos y moverse la tierra para nunca más incorporarse.
Durante la pelea, Tejero había perdido la maravillosa lanza que él portaba con tanto honor, y la causa había sido una pifia. Buscó la lanza y la encontró, pero como ya he dicho era una pifia, y en el juego de Carlos… si no implosiona el mundo…
El caso es que la lanza había ido a caer en medio del túnel, de ese lleno de espadas danzarinas.
Tejero estaba a toque, ¿Cómo se llama la novela esta de Gabriel García Márquez? ¿Crónica de una muerte anunciada?, bueno da igual, no sé porqué me he acordado de esto ahora… el caso es que nadie estaba en condiciones de entrar ahí de nuevo, no ahora, deberíamos esperar, pero Tejero tomó valor (no sé a quién se lo robaría) y entró a recuperar su lanza.
¡Mierda! Lo logró sin un rasguño…
Avanzamos unas decenas de metros y al final del corredor, a lo lejos vimos dos puertas macizas y a dos figuras junto a ellas.
[A continuación tuvo lugar la coña nº19 de la 2.0]
Dos enormes golems de carne estaban custodiando la puerta, les hicimos frente haciendo acopio de fueras y resolvimos el misterioso mecanismo que cerraba la puerta a nuestro paso.
Llegamos a una sala con unas mesas algunos barriles de comida y descansamos allí. Comimos algo e inspeccionamos la zona, estableciendo también guardias para estar alerta. Encontramos varios y valiosos enseres.
(David 2 conjuros: /detectar magia/inmovilizar persona/).
(Eneas un anillo de madera).
(Tito 5.000 denarios).
(También supe que nunca me llegaría parte de ese botín).
Cuando avanzamos tras reponer fuerzas en aquel lugar, nos encontramos con que una enorme puerta con motivos de fuego nos cortaba el paso. Descubrimos que una espada que ardía y que estaba clavada en la roca podía ser la llave de la puerta, pues no podíamos empujarla. Somos unos linces… jeje.
(En algun momento de esta historia Tejero atraveso una puerta y se llevó una trampa de veneno, pero lo hizo para salvarnos... claro)
Cuando todavía estábamos regocijándonos en nuestra crapulencia y superioridad intelectual al haber descifrado el dificilísimo acertijo nos encontramos con un reptil de considerables dimensiones que nos hacía frente. El caso es que aún no habíamos empezado a curar las quemaduras producidas por la espada al rojo y la puerta y el hideputa del reptil era como de magma fundido y nos quemaba las carnes. Con gran esfuerzo de todos abatimos al bichejo y cayó al suelo, solidificándose y convirtiéndose en una roca más de la cueva. Pero en su cadáver todavía resplandecía una esfera de un extraño material que parecía no ser sólida.
Cuando la cogí un calor abrasador me desgarró la piel y los músculos de la mano. Con miedo la solté y ayudándome de una tela la guarde… no desprendía calor, pero chamuscaba la carne.
Al fondo de la sala pudimos ver un sarcófago de dimensiones reducidas para un humano. Tras forzar las bisagras pude comprobar con sorpresa que se trataba del cuerpo inerte de un mono. Pero era muy peculiar, en su cráneo había un hueco redondo del tamaño de una esfera que al tocar la carne quemara y que hubiera sido extraída del cuerpo de un reptil de magma, centímetro arriba centímetro abajo.
La metí con cuidado y…
¡CHAS! ¡OBTENGO MONO AYUDANTE “MOIVM”!
(Esta es la historia de Moivm)
(Pero solo la de cómo resurgió a la vida, ¿descubriré como murió y qué es en realidad?)
(Me voy que les he dicho a estos que están esperando bajo la lluvia que iría y yo perdiendo aquí el tiempo.)
CONTINUARÁ…